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27 mar 2012

exhibiciones de doma clásica de Ganadería Mopresa

Carrusel de doma clásica, formada por los jinetes del centro de equitación mopresa para la "Fira del Cavall de Sabadell " 2011

Pase a dos por Faraón y Montañes para la "Fira del Cavall de Sabadell" 2011






Concursos de doma clásica: Fuego de Cardenas

FUEGO DE CARDENAS Campeonato España Doma Clásica 2008 Kur Gran Premio

Concursos de doma clásica: Totilas

Edward Gal & Moorlands Totilas Kür 92.300% FEI WORLD CUP DRESSAGE 2009 UK London Olympia




Cambios de dirección en doma clásica.

En los cambios de dirección el caballo debe ajustar su incurvación a la trayectoria que sigue, permaneciendo flexible y obedeciendo las indicaciones del jinete sin resistencia o alteración del aire, ritmo o velocidad.

En los cambios de dirección en ángulo recto, por ejemplo, el paso de los ángulos, el caballo debe describir un cuarto de círculo de aproximadamente 6 metros de diámetro en los aires reunidos y de trabajo.

En los contracambios de mano el jinete cambia de dirección por una línea oblicua, bien a la línea del cuarto, bien a la línea central, o bien hasta el lado mayor opuesto, en donde vuelve por otra línea oblicua a la trayectoria que seguía al comenzar el movimiento.
En los contracambios de mano el jinete debe enderezar el caballo un instante antes de cambiar de dirección.

Cuando, por ejemplo, en un contracambio de mano apoyando a ambos lados de la línea central, el texto de la reprise pide un número de metros o de trancos a cada lado, debe ser estrictamente respetado y el movimiento debe ser simétrico.

La reunión.

El objeto de la reunión del caballo es:
  • Desarrollar más y mejor la regularidad y el equilibrio del caballo , equilibrio más o menos alterado por el peso del jinete.
  • Desarrollar y aumentar la capacidad del caballo para descender su grupa y remeter sus posteriores en provecho de la ligereza y movilidad del tercio anterior.
  • Mejorar la “soltura y la prestancia” del caballo y hacer más agradable su monta.
Los mejores medios para obtener buenos resultados son los pasos de costado, la cabeza al muro, y sobre todo, la espalda adentro, así como las medias paradas.

En otros términos, la reunión proviene de un aumento del remetimiento de los posteriores, las articulaciones plegadas y flexibles bajo la masa, gracias a una acción discontinua y a menudo repetida del asiento y de las piernas del jinete, empujando al caballo hacia adelante sobre una mano más o menos estacionaria o que retiene. En consecuencia, la reunión no es el resultado del acortamiento del aire por medio de una acción de la mano que resiste, sino al contrario, del uso del asiento y de las piernas, a fin de remeter los posteriores bajo la masa.

Las extremidades posteriores no deben, sin embargo, remeterse demasiado hacia adelante bajo la masa, si no el movimiento es dificultado por un acortamiento demasiado grande de la base (del caballo). En este caso, la línea superior se alarga y se eleva con relación a la inferior, la estabilidad se compromete y el caballo no puede encontrar un equilibrio armonioso y correcto.

Por otra parte, un caballo cuya base es demasiado larga , que no puede o no quiere remeter sus posteriores bajo la masa, no llegará nunca a una reunión correcta, caracterizada por la “soltura y prestancia” y una impulsión neta, que proviene de la actividad del tercio posterior.

La posición de la cabeza y del cuello de un caballo en los aires reunidos es, naturalmente, función de su grado de preparación y, en parte, de su conformación. En cualquier caso, armoniosa desde la cruz hasta la nuca, punto culminante, y la cabeza quedará ligeramente delante de la vertical. Solamente en el momento de la acción de las ayudas del jinete para obtener una reunión momentánea y pasajera, la cabeza del caballo puede aproximarse a la vertical.

Transiciones en doma clásica.

Los cambios de aire y velocidad deben efectuarse claramente en la letra prescrita, deben ejecutarse rápidamente, pero suavemente y sin brusquedad. La cadencia debe ser mantenida hasta el momento en que el caballo cambia de aire o marca la parada. El caballo debe permanecer ligero a la mano, tranquilo y en la colocación correcta.

Lo mismo hay que decir para las transiciones de un movimiento a otro, por ejemplo, de passage a piafé y viceversa.

Trabajo en dos pistas y movimientos laterales.

Deben distinguirse los movimientos siguientes:
  • cesión a la pierna
  • espalda adentro
  • cabeza al muro (travers)
  • grupa al muro (renvers)
  • apoyo
El trabajo en dos pistas tiene por objeto:
  • Perfeccionar la obediencia del caballo a las ayudas del jinete.
  • Flexibilizar el caballo en su conjunto y así aumentar la libertad de las espaldas y la flexibilidad del tercio posterior, así como la elasticidad de la conexión entre boca, nuca, cuello, dorso y caderas
  • Perfeccionar la cadencia y armonizar el equilibrio y el aire.
  • Desarrollar y aumentar el remetimiento de los posteriores y como consecuencia, la reunión.
La cesión a la pierna. El caballo está casi recto, salvo un ligero pliegue de la nuca al lado opuesto al que se desplaza, de forma que el jinete sólo puede ver el arco superciliar y el ollar al interior. Las extremidades interiores cabalgan por delante de las exteriores.
La cesión a la pierna debe incluirse en el entrenamiento del caballo cuando todavía no está preparado para el trabajo reunido. Posteriormente, junto con el movimiento más avanzado de la espalda adentro constituye el mejor medio de volver al caballo ágil, libre y descontraído, mejorando la soltura, la elasticidad y la regularidad de sus aires, así como la armonía, ligereza y facilidad de sus movimientos.

La cesión a la pierna puede ejecutarse “sobre la diagonal”, en cuyo caso el caballo debe permanecer lo más paralelo posible a los lados mayores del cuadrilongo, aunque el tercio anterior debe preceder ligeramente al posterior. También puede realizarse “a lo largo del muro”, en cuyo caso el caballo debe estar a un ángulo de unos 35 grados con la dirección en la que se mueve.

Los movimientos laterales

La finalidad añadida de los movimientos laterales es desarrollar y aumentar el remetimiento de los posteriores y por tanto también la reunión.

En todos los movimientos laterales -espalda adentro, cabeza al muro, grupa al muro, apoyo- el caballo está ligeramente incurvado y marcha con el tercio anterior y posterior describiendo dos pistas.

La incurvación o flexión no debe ser nunca tan exagerada que perjudique el equilibrio y la fluidez del movimiento en cuestión.

En los movimientos laterales , el aire debe ser libre y regular, mantenido por una impulsión constante. Sin embargo, debe ser suelto, cadenciado y equilibrado. Es frecuente apreciar una perdida de impulsión, debida principalmente a la preocupación del jinete por incurvar el caballo y empujarlo lateralmente.

Espalda adentro

El caballo está ligeramente incurvado alrededor de la pierna interior del jinete. Las extremidades del lado interior cabalgan por delante de las del lado exterior. El caballo mira en la dirección opuesta al sentido de la marcha. Cuando la espalda adentro se ejecuta de forma clásica, con el caballo ligeramente incurvado, desde la cabeza a la grupa, alrededor de la pierna interior del jinete, no es solo un ejercicio de flexibilidad, sino también de reunión, porque el caballo a cada paso debe meter su posterior interior bajo su masa y situarlo delante del exterior, bajando su cadera interior.

Cabeza al muro (travers)

El caballo esta ligeramente incurvado alrededor de la pierna interior del jinete. Las extremidades del lado exterior cabalgan por delante de las del lado interior. El caballo mira en la dirección del movimiento.

Grupa al muro (renvers)

Es el movimiento inverso a la cabeza al muro, con la grupa, en vez de la cabeza al muro. Por lo demás son aplicables los mismos principios y condiciones que conciernen a la cabeza al muro.

Apoyo

Es una variante de la cabeza al muro, ejecutado “sobre la diagonal” en vez de “a lo largo del muro”. El caballo debe estar ligeramente incurvado alrededor de la pierna interior del jinete a fin de dar una mayor libertad y movilidad a las espaldas, lo que hace al movimiento más fluido y elegante. Sin embargo, el tercio anterior debe preceder ligeramente al posterior. Las extremidades del lado exterior cabalgan por delante de las del lado interior. El caballo mira en la dirección del movimiento. Durante todo el movimiento deben conservarse la misma cadencia y el mismo equilibrio.

A fin de dar más libertad y movilidad a las espaldas, que añade facilidad y gracia al movimiento, es de gran importancia no sólo que el caballo esté correctamente incurvado y por tanto evite que sobresalga su espalda interior, sino también mantener la impulsión, especialmente el remetimiento del posterior interior.